
Porque nada saciaba el apetito de la luna a medio guiño
y Ulises bailaba barcas y la Libertad el viento.
Porque todo era estrecho pasadizo hacia tus brazos
y mi boca no silencio,
gaviotas sueltas los besos manzanas de chocolate,
clámides de verdes-negro las palabras entre aljibes,
catones blancos los dedos.
Porque al tiempo, esas locas ganas de vivir destiempos
no claudican calendarios.
En bostezo de los pinos, pespuntes de aguja y brezo nos cosieron los inviernos
como se zurcen las noches a este lado del silencio
mientras sonríe la Bruja las cosquillas del cerezo.
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